
Si eres amante de los postres caseros y buscas una receta que te deje con la boca abierta (literal y figuradamente), quédate por aquí, porque hoy te comparto una receta de cupcakes de vainilla súper suaves, esponjosos y rendidores. Esta es la receta que uso siempre que quiero lucirme con algo sencillo, pero delicioso. Lo mejor de todo es que rinde para 24 cupcakes, así que es perfecta para reuniones, ventas o simplemente para tener un dulce antojito siempre a mano.
Acompáñame que te voy a contar cómo los preparé, cómo los decoré con un frosting cremoso de queso y chantilly vegetal, y además te dejo tips de almacenamiento y conservación para que te duren perfectos por más tiempo.
¿Por qué esta receta de cupcakes es especial?
Hay muchas recetas de cupcakes por ahí, pero esta tiene algo especial: la textura. Son tan suaves y aireados que se sienten como una nubecita dulce al morderlos. Esa esponjosidad se logra gracias a una combinación de ingredientes que balancean grasa, humedad y aire incorporado al batir. Además, lleva un toque de vinagre que, al mezclarse con la leche, crea una especie de buttermilk casero que le da una suavidad increíble a la miga.
Y no te preocupes, no saben a vinagre para nada. Solo le da estructura y ternura a la mezcla.
Ingredientes que hacen magia
Estos cupcakes se preparan con ingredientes básicos que seguro tienes en casa o consigues fácilmente: leche, vinagre, mantequilla, aceite, huevos, azúcar, harina leudante, vainilla y un poquito de sal. Todos ellos juegan un papel clave para lograr ese resultado suavecito que tanto nos gusta.
Para la decoración, preparé un frosting de queso crema con crema chantilly vegetal (whip topping) que queda cremoso, ligero y con un sabor delicioso, no muy dulce ni pesado. ¡Es el complemento perfecto!
Así los preparé
Lo primero que hice fue mezclar la leche con el vinagre. Eso lo dejé reservado mientras seguía con el resto de la preparación. Esa mezcla se convierte en una especie de buttermilk casero que le da mucha suavidad al bizcocho.
Después cerní la harina con un poquito de sal y también la dejé lista para el momento de mezclar.
Ahora sí, ¡manos a la masa! En el bowl de la batidora, suavicé la mantequilla con el aceite. Esta mezcla de dos tipos de grasa ayuda a darle esa textura jugosita pero también ligera. Cuando ya estaban bien unidos, le agregué el azúcar y batí hasta que todo se veía bien cremosito.
Luego fui agregando los huevos uno por uno. Cada vez que echaba uno, batía súper bien antes de añadir el siguiente. Esta parte es importante, porque al batir bien se incorpora aire a la mezcla y eso es lo que le da volumen y esponjosidad. Al final, la mezcla ya se veía clarita, cremosa y con bastante volumen.
Entonces empecé a añadir la mezcla de harina y la leche con vinagre, intercalándolos. Un poco de harina, un poco de leche, y así hasta terminar. Mezclé hasta que todo se incorporó bien, sin batir de más.
Repartí la mezcla en moldes para cupcakes, llenando solo hasta ¾ del molde, y los horneé en horno precalentado a 350 °F por 20 minutos. Cuando los saqué, los dejé enfriar un poco en el molde y luego los pasé a una rejilla para que terminaran de enfriarse.
¡Y listo! La cocina olía delicioso y los cupcakes se veían espectaculares, doraditos por fuera y suaves por dentro.
Frosting suave y cremoso de queso crema y chantilly
Para decorarlos, preparé un frosting rapidito que me encanta. En un bowl, suavicé un poco de queso crema, le agregué un chorrito de vainilla, y luego incorporé la crema tipo chantilly vegetal (la que conocemos como whip topping).
Batí hasta que hizo picos suaves y quedó cremoso y aireado, ideal para decorar sin que quede demasiado pesado. Este frosting es fresco, tiene un toquecito ácido por el queso crema y combina perfecto con lo dulce de los cupcakes.
Y aquí puedes ver la miga tan apetitosa, suave, esponjosita y húmeda de estos deliciosos cupcakes
Tips para que te queden perfectos
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No uses los ingredientes fríos de la nevera. Sácalos al menos media hora antes, para que pierdan el frío. Esto ayuda a que se mezclen mejor y se logre una textura homogénea.
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No sobrebatas la mezcla al final. Solo mezcla hasta que se integren los ingredientes. Así evitas que los cupcakes queden duros.
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Llena los moldes hasta ¾ de su capacidad. Si los llenas demasiado, se desbordan; si los llenas poco, no suben lo suficiente.
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Haz la prueba del palillo. A los 18 minutos, inserta un palillo en el centro. Si sale limpio, ¡ya están listos!
¿Cómo conservar estos cupcakes?
Si no los vas a decorar enseguida, puedes guardar los cupcakes completamente fríos en un recipiente hermético a temperatura ambiente por 2 días. También puedes refrigerarlos hasta por 5 días, pero siempre bien tapaditos para que no se resequen.
Una vez decorados con el frosting de queso crema, deben mantenerse refrigerados. Sácalos un ratito antes de servir para que se pongan a temperatura ambiente y el frosting esté más cremosito.
También se pueden congelar sin el frosting por hasta 4 meses. Para usarlos, simplemente los dejas descongelar a temperatura ambiente y decoras al gusto.
Perfectos para vender, regalar o darte un gustito
Esta receta rinde 24 cupcakes, así que es ideal si estás pensando en emprender, vender por encargos o regalar en cumpleaños, celebraciones o fechas especiales. Son visualmente lindos, saben deliciosos y tienen una textura que enamora.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar leche vegetal en esta receta?
Sí, puedes usar leches vegetales como leche de almendra, avena o soya. Solo asegúrate de mezclarla también con el vinagre para crear ese efecto tipo buttermilk que ayuda a que los cupcakes queden suaves.
¿Puedo usar solo mantequilla o solo aceite?
Sí, pero la mezcla de ambos es lo que hace que los cupcakes tengan una textura tan especial: la mantequilla le da sabor y estructura, y el aceite aporta humedad. Si solo usas uno de los dos, el resultado puede variar.
¿Cómo sé que mis cupcakes están listos?
Cuando los veas doraditos por arriba y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. Otra señal es que al presionar ligeramente el centro con el dedo, debe volver a su forma sin dejar huella.
¿Se pueden congelar los cupcakes?
¡Sí! Puedes congelarlos sin decorar. Solo déjalos enfriar completamente, guárdalos en una bolsa o envase hermético, y congélalos por hasta 4 meses. Para usarlos, descongélalos a temperatura ambiente antes de decorar.
¿Qué punta (boquilla) usaste para decorar?
Puedes usar una boquilla tipo estrella grande (como la 1M de Wilton) para hacer esos remolinos bonitos con el frosting. Yo utilicé la número 864 de Ateco.
¿Puedo usar otro tipo de frosting?
Claro que sí. Estos cupcakes combinan muy bien con buttercream, merengue suizo, ganache o incluso solo con un poco de azúcar pulverizada espolvoreada si los quieres más sencillos.
¿Qué hago si me quedan muy densos?
Es probable que se haya batido demasiado la mezcla después de añadir la harina, o que la harina leudante no esté en su óptimo estado o los ingredientes estaban muy fríos. Recuerda no sobrebatir y sacar los ingredientes fríos al menos media hora antes de usarlos.
Si estás buscando la mejor receta de cupcakes de vainilla, que sea fácil, rendidora y con un resultado de pastelería, esta es para ti. Quedan tan suaves y ricos que no vas a querer hacer otra. Y con ese frosting de queso y chantilly, ¡el resultado es de ensueño!
Por acá te dejo la receta y al final el video a mi canal de Youtube, donde puedes ver el paso a paso cuando la vayas a preparar.
Aquí puedes ver el video de la receta en mi canal de Youtube
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